Lista de comprobación para la optimización de los aspersores en primavera
Consejos de Rain Bird para ayudarle a ahorrar agua, tiempo y dinero en su jardín
A medida que sube la temperatura y el césped y el jardín comienzan a descongelarse, no hay mejor momento que la primavera para asegurarse de que su sistema de riego automático esté listo para otra temporada de riego eficiente del césped y el jardín. Con solo unos pocos pasos se puede ahorrar agua, dinero y evitar una catástrofe en el terreno de casa a mediados del verano. Empiece bien la temporada de riego con los siguientes consejos:
Asegúrese de que la primavera ha llegado...
Aunque todas las señales pueden estar apuntando a la llegada de la primavera, el suelo bajo el terreno es siempre el último en descongelarse. Poner en marcha el sistema de aspersores mientras el suelo está todavía congelado puede provocar daños en las tuberías. Utilice una pala para asegurarse de que el suelo esté descongelado a 12 pulgadas de profundidad. Si todavía está sólido como una roca, entonces espere otra semana e inténtelo de nuevo antes de iniciar el sistema de aspersores.
Recuperar el control...
Revise los controles y programas de riego. Esto incluye retirar las telarañas del temporizador, asegurarse de que la fecha y la hora son correctas y que los ajustes son apropiados para las necesidades de riego de su terreno. Reemplace la batería de reserva del temporizador o controlador cada 6 meses, y mantenga cerca una copia del horario de riego.
Flujo sin obstrucciones...
Busque rocas, suciedad, arena y otros tipos de residuos que puedan bloquear el flujo uniforme de agua de los cabezales de los aspersores. La distribución desigual puede dar lugar a un exceso de agua en algunas zonas y a una insuficiencia en otras, lo que da lugar a un terreno insalubre y al desperdicio de agua. Inspeccione los cabezales rociadores y asegúrese de que no se hayan enterrado ni que se hayan acumulado escombros a su alrededor durante el invierno.
Deshacerse de lo viejo...
Las toberas y los aspersores están diseñados para resistir el desgaste normal del riego, pero no son rivales para las cortadoras de césped errantes, el perro del vecino o los quitanieves. Reemplace los componentes agrietados, astillados o desgastados, como aspersores, toberas, válvulas o tuberías. Un aspersor roto puede causar estragos en el césped, los jardines y en las facturas de agua, por lo que es importante revisarlos y reemplazarlos periódicamente.
El corazón del sistema...
Las válvulas son el corazón de cualquier sistema de riego. Regulan la distribución del agua en todo el sistema. Una válvula con fugas desperdiciará agua, lo que aumentará su factura de agua. Inspeccione visualmente cada válvula para asegurarse de que funcionan correctamente. Antes de encender el agua del sistema, asegúrese de que todas las válvulas de drenaje manual se encuentren en su posición cerrada. Las zonas demasiado húmedas en el césped, que dan lugar a áreas fangosas o estériles, pueden ser el resultado de una válvula con fugas.
Guardar el ariete en la caja de herramientas...
El efecto de golpe de ariete es un aumento repentino de alta presión que se produce cuando se abre una válvula por primera vez. Un aumento inicial de la presión puede dar como resultado roturas de tuberías y válvulas dañadas. Al restaurar el agua a su sistema de aspersores, abra la válvula principal de agua lentamente para permitir que las tuberías se llenen de agua de manera gradual y controlada, evitando así un efecto de golpe de ariete y daños costosos.
Comprobación de la presión...
Cuando se activa por primera vez la válvula principal de agua, es importante asegurarse de que la presión del agua está en un rango de funcionamiento seguro para los sistemas de aspersores. Un sistema con demasiada presión dará lugar a tuberías agrietadas, válvulas rotas, fugas en los aspersores y riego ineficaz. Invierta en un manómetro que pueda usarse para medir la presión del agua en su casa y patio. Estos dispositivos suelen conectarse a un grifo de manguera y le dan una buena idea de la presión en su sistema de riego. Si la presión está por encima del rango de funcionamiento sugerido (por lo general, 40-65 PSI), puede ser necesario un regulador de presión para evitar daños en el sistema de aspersores u obtener resultados indeseables. Por ejemplo, si el agua se está "nebulizando" fuera de los cabezales de los aspersores, significa que la presión es demasiado alta y debería reducirse.